El problema de la vivienda en España afecta a muchos millones de españoles, ya sea por la hipoteca opor el precio del alquiler, pero afecta mucho más a las familias con hijos. La organización Save the Children ha publicado hoy un informe en el que asegura que un 8,4% de las familias con niños pequeños no puede pagar a tiempo su hipoteca o alquiler, cifra que representa el doble que la media en el resto de Europa (4,3%). Y en este sentido hay que destacar que entre el 70% y el 80 % de las familias que sufren un desahucio –más de 700.000 en España desde el 2008– tienen hijos a su cargo.
La organización considera esta cifra de desahucios «muy abultada y anómala en el contexto de la UE», y cree que representa la cara «más extrema de la exclusión residencial«, aunque desde 2019, la presencia de niños en la vivienda es motivo de suspensión del desahucio.
Y la situación tiene poco aspecto de ir a mejorar, en un contexto actual de alta inflación, de incrementos abusivos en el precio de los alquileres que buscan por delante de todo la rentabilidad y de unas cuotas hipotecarias llevadas hasta lo imposible por las medidas de Lagarde con el precio del dinero.
España es el tercer país de la Unión Europea (UE) con el mayor porcentaje de hogares que han experimentado retrasos en el pago del alquiler o la hipoteca -un 6,5%-, sólo por detrás de Grecia e Irlanda, y por encima de la media europea (3,2%), según nuestro último informe «Aquí no hay quien viva: Un análisis de las dificultades de las familias para pagar la vivienda en España».
El alza de los precios de las viviendas, especialmente del alquiler, que no han ido acompañados de un aumento de los ingresos de las familias, les están provocando enormes dificultades de pago. Esta sobrecarga afecta a 4 de cada 10 hogares con hijos o hijas a cargo que viven de alquiler. Son aquellos que tienen que destinar al menos el 30%, y subiendo, de sus ingresos al pago de la vivienda, lo que supone disponer de menos presupuesto para otras necesidades de la crianza.
La organización defensora de la infancia subraya que el 21,4% de los niños y adolescentes españoles viven en casas insalubres, hacinados o en los que la familia no puede mantener una temperatura adecuada. Hay que recordar el caso de los menores que viven en la Cañada Real de Madrid, con la luz cortada por decisión de la Comunidad Autónoma, que quiere liberar el suelo para una gran operación inmobiliaria.
Y la ONG apunta a una familia tipo como la más común de padecer estos problemas, la madre sola con hijos a cargo; hogares que en España llegan a 158.000 y que soportan una carga para estas mujeres » a menudo inasumible» y debida a los costes del alquiler y los bajos ingresos. La relación deja muy lejos al 30% aconsejado.
Es necesaria una mayor ayuda estatal a estas familias, con un cheque social suficiente para garantizar el acceso a la alimentación y los suministros básicos. Es una forma de compensar la absoluta falta de vivienda social en alquiler que pedecemos en nuestro país. Demasiadas décadas ayudando a la compra de vivienda -medida que el PP quiere volver a establecer- han dejado un parque de vivienda social que no llega al 2,5% y es una cuarta parte de la media existente en el resto de Europa.
La realidad nos dice que a pesar de todas las medidas sociales acordadas estos últimos tres años, del 1,6 millones de familias que pasan penurias y los 310.000 hogares que sufren retrasos en los pagos del alquiler, tan sólo 25.000 recibieron algún tipo de ayuda para la vivienda en 2020.
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