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El día en que el Tribunal de Estrasburgo de Derechos Humanos (TEDH) se posicionará de nuevo sobre el caso del Bloc de Salt (Girona) en el que viven 16 familias y propiedad de la SAREB, la PAH ha vuelto a la calle. Su intención, colocar en el centro del foco el problema real al cual nos enfrentamos como sociedad: la emergencia habitacional en la que está sumida la población, que sigue perdiendo su vivienda, y se ve abocada a la calle.

Hoy más de trescientas personas se han dado cita frente a la Generalitat de Catalunya. Gran parte de ellas eran familias que han sido realojadas por la Obra Social la PAH y las familias de los bloques recuperados en el marco de la campaña.

El mensaje que se lanzaba es sencillo: no se trata de un bloque ni de un problema puntual, estamos hablando de centenares de miles de famílias que han perdido y siguen perdiendo su casa sin que tengan alternativa habitacional alguna. Son ya más de 712 personas realojadas por la PAH, y muchas más de las que nadie habla que se han visto obligadas a ocupar una vivienda por no contar con otra alternativa. El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) ve más allá de lo que las administraciones españolas ven y está más preocupado por los derechos fundamentales de los españoles que nuestros propis gobiernos, esos a los que votamos.

Ni la Generalitat, ni el Gobierno del Estado están en disposición, ni cuentan con los recursos para garantizar el derecho a la vivienda de todas ellas. El día en que el TEDH volverá a fijarse en la vulneración de derechos de Salt, la PAH demuestra que en el estado español las instituciones no quieren ni pueden garantizar que se cumpla la resolución del mismo tribunal del 16 de octubre en Salt, una demanda histórica de la PAH: la obligación de las administraciones públicas de intervenir en los casos en los que los derechos fundamentales puedan verse violados.

A estas alturas, a nadie con dos dedos de frente se les escapa que la situación requiere afrontar el modelo especulativo de la SAREB y recuperar las viviendas del Banco Malo para las personas desahuciadas. La PAH exige soluciones para todas ellas, soluciones que la misma PAH ya está aplicando frente a la ausencia de políticas públicas que garanticen los derechos fundamentales. No se entiende que la gente esté sin casa cuando miles de viviendas se mantienen cerradas a la espera de seguir haciendo negocio con un derecho fundamental. Y todo ello lo reconoce el TEDH con su resolución.

Por este motivo hoy en Barcelona, en una acción que buscaba visibilizar esa realidad que Gobiernos y bancos esconden, se han construído centenares de pequeñas casitas con nombres y apellidos reales dentro. Además había representación de los edificios recuperados en varias poblaciones de Catalunya.