La segunda oleada del coronavirus está causando grandes daños, no sólo en la salud de los españoles y el sector sanitario, sino que la tímida recuperación iniciada tras el final del confinamiento se ha ido al traste y los datos económicos empeoran, como los de la pandemia, día a día. Así, Bankinter ha rectificado, empeorando sus previsiones iniciales. El banco prevé un mayor impacto del virus sobre la economía española y, en concreto sobre el empleo. Por ello, rebaja sus previsiones de precios de vivienda. El COVID-19, asegura,»tendrá un impacto acumulado superior al -9% (vs. -6% anterior)», que se repartirá entre 2020 y 2021 (-4% y -5% respectivamente).
Al contrario de lo ocurrido en el último ciclo, asegura la institución financiera, el recorte de precios podría ser más acusado en zonas prime de grandes ciudades, superando el -10% acumulado entre 2020 y 2021. También hace hincapié en un fenómeno que ya se está produciendo y estima que «el COVID-19 favorecerá el traslado de parte de la población desde el centro de las ciudades a la periferia». Los precios de suelo finalista podrían sufrir retrocesos superiores al -20%. El entorno de tipos de interés bajos evitará mayores caídas.
La entidad financiera estima que «habrá que esperar hasta 2022 para recuperar los niveles de actividad inmobiliaria previos al virus», previendo un nivel de actividad inmobiliaria muy bajo en la segunda mitad del año, por lo que mantiene su estimación de -35% en Transacciones de Vivienda para 2020. espera que en 2021 debería recuperarse +30%, aunque sin alcanzarlos niveles previos al virus y adelanta que habrá que esperar hasta 2022 para volver a ver las 500.000 transacciones al año»
Y para los inversores advierte que los activos patrimonialistas están sufriendo cambios estructurales, que incrementan su perfil de riesgo. COVID-19 ha dado un impulso definitivo al teletrabajo y al comercio electrónico, lo que llevará a menores ocupaciones y rentas de oficinas y centros comerciales. Por su arte prevé que la rentabilidad de los activos hoteleros se verá perjudicada por una actividad turística que no recuperará niveles previos al virus hasta al menos 2023. Por ello, Bankinter, recomienda la inversión en activos logísticos muy beneficiados por el tremendo auge del comercio electrónico.
Finalmente el banco hace un adelanto sobre su previsión de alarmas para el inmobiliario añadiendo que los principales riesgos a los que se enfrenta el inmobiliario son: caídas de rentas y ocupaciones, rebajas en las valoraciones de activos y revisiones a la baja del rating de deuda del sector. Como consecuencia, estima una rebaja media del -30% en dividendos de las SOCIMIs. Por ello, la entidad financiera aconseja evitar la exposición a promotoras y extremar la prudencia sobre las SOCIMIs.
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