Intentando mostrar la situación actual y algunas previsiones de su posible desarrollo, Sociedad de Tasación ha publicado una nueva edición del “Mapa del Tiempo Urbanístico”. Se trata de un estudio que ofrece una visión global de la situación del mercado del suelo en España atendiendo a su heterogeneidad.

Aunque la actividad se está recuperando, y el precio de la vivienda nueva no deja de subir, sobre todo por más demanda que oferta, el Mapa revela cómo el mercado del suelo residencial se mantiene expectante y prudente, a la espera de cómo evoluciona la Covid-19, evitando por ahora promover nuevos desarrollos de suelo. A nivel nacional, las pocas actuaciones promotoras que se están llevando a cabo tienen lugar en las grandes ciudades y en sus áreas metropolitanas.

Destaca, además, una predominante tendencia hacia la vivienda unifamiliar con más espacios abiertos, tanto comunitarios como privados, como jardines o terrazas. Este hecho, junto a una mayor búsqueda por inmuebles sostenibles, podrían ser las dos tendencias que más se observan ahora en el sector. Con relación a los costes de construcción, uno de los factores que más está marcando la evolución de las promociones y el precio de las viviendas son las innovaciones en términos de eficiencia energética y sostenibilidad que introduce el nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE)Esto, en ocasiones, se traduce en un ligero incremento de los costes de construcción.

Por Comunidades Autónomas, Madrid y Cataluña acaparan la mayor actividad inmobiliaria, mientras Baleares, otro de los mercados principales, acusa el impacto de la Covid-19 y se mantiene con un perfil bastante plano. La región de Cataluña mantiene una gran heterogeneidad, con acusada diferencia entre la ciudad de Barcelona y las zonas de costa y el interior de las provincias de Gerona y Lérida. Por su parte, la Comunidad de Madrid ha mantenido el giro de la demanda experimentados meses atrás hacia la vivienda unifamiliar, la autopromoción, las ubicaciones fuera de los cascos urbanos consolidados y, en general, la tendencia a la vivienda con presencia de mayores espacios abiertos. Al mismo tiempo, se aprecia un creciente interés en la mejora de las calidades, la eficiencia energética y la sostenibilidad de los inmuebles.

Con respecto a Baleares, se puede aún observar los efectos de la situación derivada de la pandemia. Tradicionalmente, esta autonomía era una de las que ejercían, junto a Madrid y Barcelona, como motor inmobiliario en España. Sin embargo, su dinámica de crecimiento se ha visto frenada por el coronavirus. Aunque la vivienda de lujo sigue aguantando razonablemente bien y con poco impacto, el resto de mercado residencial se ha visto mucho más afectado por la pandemia y la paralización del sector turístico.