Desde la pasada crisis del 2008 los locales comerciales que no se encuentran en zona prime están viviendo un lento declive, que el coronavirus puede terminar de agudizar. Las causas son variadas y alejadas en el tiempo; en un primer lugar fue la competencia de los centros comerciales desde hace ya más de veinte años, que poco a poco fueron reduciendo los márgenes y la clientela de los pequeños comercios de cercanía. Luego llegó Amazon y otros vendedores por internet.

El coronavirus y el predominio de internet en casi todos los aspectos de la vida puede ser la puntilla. Vender o alquilar determinados locales comerciales es una misión casi imposible, y muchas agencias lo saben. La única salida de los más alejados de los centros de actividad comercial, que poco a poco se van quedando reducidos a la calle principal y alguna aledaña,  es su conversión en vivienda. Y de eso si hay necesidad, sobre todo de vivienda económica.

Y son muchas las personas y empresas que se han fijado en la oportunidad que pueden suponer estos espacios vacíos y sin esperanza, sobre todo en estos momentos en que algunos de ellos quedarán cerrados y casi sin remedio. Los últimos estudios apuntan a que probablemente el 40% de los locales comerciales estén disponibles en los próximos meses, entrando a formar parte de la oferta inmobiliaria aquellos que cumplan las condiciones para poder convertirse en vivienda.

La conversión del local en vivienda puede ser una buena inversión, pero no está exenta de algunos riesgos.  Y el primero son las diferentes normativas que tienen los ayuntamientos y que pueden ser un obstáculo casi insalvable.  El espacio debe cumplir con el reglamento urbanístico del ayuntamiento. A partir de aquí es necesario lograr la cédula de habitabilidad en base a la normativa del Código Técnico de Edificación. Requisitos que no son comunes para todas las poblaciones, ni siquiera en muchos casos para los diferentes distritos de una misma ciudad, donde influyen las dimensiones mínimas, ventilación, luz y salida de humos, entre otros factores técnicos.

El esfuerzo burocrático tiene su recompensa ya que el metro cuadrados de estos locales puede estar hasta un 25% más bajo que el residencial en la misma zona. También podemos encontrar locales amplios, con techos altos y que pueden dar mucho juego en su rehabilitación,  y altas rentabilidades a los inversores.

Sin embargo no todo son ventajas y es preciso entender que el esfuerzo burocrático puede extenderse más de un año y que algunas comunidades de vecinos prohíben en sus estatutos que los locales comerciales del edificio sean convertidos en vivienda. Las reformas suelen ser costosas y necesitaremos siempre un proyecto firmado por un arquitecto para presentar en el ayuntamiento. Por todo ello siempre es conveniente aconsejarse por expertos en buscar locales, como por ejemplo Geyhache.