Pasado el susto, podemos seguir con las previsiones del mercado inmobiliario sin caer en el riesgo del “cuento de la lechera”. La salida de la crisis está confirmada con recuperación de ventas y precios. Precios que van a ir subiendo en todas las ciudades con firmeza en los próximos meses y que en algunos puntos como Barcelona, Mallorca y Madrid rondarán o superarán el 20% interanual. ¿Hasta cuándo? Pues según los expertos y si la coyuntura económica lo permite, hasta 2021, con subidas medias anuales entre el 5% y el 7% , lo que conseguirá igualar los precios medios, con los de antes de la crisis en un plazo de unos siete años.

Y todo ello cogiendo la cuestión de los precios con pinzas, porque sus fluctuaciones varían mucho según la fuente, ya sean notarios, Fomento o Tinsa, que en esto de las subidas de precios de la vivienda no coinciden demasiado.

Será importante estar atentos a las cifras que nos lleguen del tercer trimestre, con la crisis catalana en pleno esplendor. Y es que alguna fuente ya está hablando de una ralentización severa, muy alejada del 2% de media en el segundo trimestre. De momento el dato más fiable nos habla de una subida media interanual ligeramente superior al 5%, con un precio medio para el metro cuadrado de las viviendas compradas en el segundo trimestre de 1.387 euros. Aseguran los notarios que los precios tan sólo bajaron en Murcia, Cantabria, Aragón y Castilla y León y subieron en las 13 regiones restantes, especialmente en Navarra (+17,7%), Castilla-La Mancha (+11,1%), Cataluña (+9%) y Canarias (+8,9%).

Volviendo a los datos de agosto, son los dos archipiélagos y el arco mediterráneo, muy afectados por la inversión turística, junto con Madrid, las locomotoras de la recuperación. Así, Baleares supera crecimientos del 4%, mientras que Canarias y Cataluña pasan ligeramente el 2,5%, cifra que no alcanza Madrid, con un 2,25%.

Y en cuanto a las ventas de viviendas, si tenemos en cuenta que el pasado año se efectuaron operaciones sobre 460.000 viviendas y que la evolución en el primer semestre, según los datos de Fomento, arroja un aumento de las operaciones del 17,3%, es decir, casi 40.000 viviendas más que el pasado año, no será aventurado afirmar que superaremos con cierta holgura la cifra de 500.000 unidades vendidas, con recuperación de cifras tanto en vivienda nueva, como de segunda mano.

Según los notarios, la compraventa de viviendas aumentó en todas las comunidades autónomas en el segundo trimestre, salvo en el País Vasco, donde retrocedió un 0,4% interanual. Los mayores incrementos correspondieron a La Rioja (+25,9%), Asturias (+21,6%) y Castilla-La Mancha (+19,6%). Se alcanzó la cifra total de 142.000 viviendas, es decir, un incremento medio del 14,2% en el segundo trimestre en relación al mismo periodo de 2016. De este modo, la venta de pisos y casas modera en seis puntos el crecimiento interanual experimentado en el trimestre anterior (20,3%).

El mercado de la vivienda nueva, que preocupa mucho por ser uno de los motores principales de la actividad económica,  aún sigue perjudicado en sus estadísticas por las inmensas cifras de lo que quedó por vender. Pero es cierto que la vivienda nueva que se construye se vende toda y es que no se genera nada de nuevo stock.

En este sentido Fomento cifra todavía en casi 500.000 las viviendas por vender que nunca han sido habitadas, lo que se traduce en un descenso anual de casi 22.000 viviendas desde el año 2009. La cifra contrasta y no poco, con los cálculos de la Asociación de Promotores de Madrid (ASPRIMA) que estima que el stock no supera las 330.000 viviendas, de las que casi 80.000 son invendibles por su ubicación en patatales de interior o a más de 20 kms de las playas las de costa. Hay vivienda almacenada todavía para ocho años, si todo va bien.

En los datos  que comiencen a aparecer a mediados de noviembre se va a notar la crisis catalana, sobre todo en los pisos de lujo, a los  que ya hay fuentes que adelantan caídas en ventas superiores al 15%, al igual que en las inversiones empresariales.

Como casi siempre, el quid de la cuestión residirá en la política a seguir por las entidades financieras en cuanto a la concesión de hipotecas se refiere. Es decir, si se creen o no la resolución definitiva de la crisis, al menos en el medio plazo o estiman que las elecciones a celebrar el 21D son un riesgo que hay que valorar.

Nadie duda que ha sido la política de apertura de las entidades financieras con la financiación hipotecaria, la que ha conseguido recuperar el sector y dar a sus números la apariencia de buena salud. Recuperación hipotecaria que ya lleva cuatro años de incrementos, con aumentos tanto en el número de operaciones como en el capital prestado.

Y la mejor visión de lo que está pasando con el mercado hipotecario es la que ofrece el Consejo General del Notariado.  Según sus estadísticas, el número de nuevos préstamos hipotecarios realizados en el segundo trimestre retrocedió un 2,4% respecto al mismo periodo de 2016, después de haber aumentado un 7,8% interanual en el primer trimestre. Por otra parte, a lo largo del mes de agosto aseguran que se produjeron un total de 13.053 operaciones hipotecarias sobre inmuebles, lo que supuso un incremento del 9,8% respecto al mismo mes del año anterior. También se incrementó la cuantía promedio de estos nuevos préstamos, llegando a los 148.378 euros, lo que supone un incremento del 5,9% interanual.

Por su parte, la cuantía media del préstamo para vivienda fue de 124.301 euros, lo que supone un incremento del 1% interanual.

Interesante resulta comprobar que, según los notarios, el porcentaje de compras de viviendas financiadas mediante un préstamo hipotecario se situó en el 44,2% en agosto. En este tipo de compras con financiación, la cuantía del préstamo supuso de media el 77,7% del total, que va subiendo ligeramente conforme los bancos van abriendo la mano.

Ahora todo parece ir bien, pero no hace aún quince días en que muchos nos llevábamos las manos a la cabeza, lo que denota la desconfianza hacia un mercado que con la crisis pasada hemos comprobado que puede bajar y que no todo se puede vender. Hace falta llevar la lección aprendida para no incurrir en los mismos errores de siempre y entender que si la vivienda además de una necesidad es un bien de inversión, siempre habrá buitres que quieran manejar el mercado.  Porque ¿cuánto están ganando los bancos con las subidas de precio?  ¿Quién paga esas ganancias?

Eduardo Lizarraga

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