Qart Hadasht fue el nombre con que Asdrúbal El Bello fundó Cartagena en el 227 AC. Tras finalizar las guerras púnicas la ciudad pasó a manos de los romanos que la rebautizaron con el nombre de Carthago Nova,  conociendo sus momentos de mayor esplendor que duraron hasta la época bizantina.  Su destrucción, tras ser sitiada por los visigodos, trajo un periodo de decadencia que se prolongó hasta bien entrado el siglo XVI.  Su estratégico puerto la convirtió en capital del Departamento Marítimo y en la base militar más importante del Mediterráneo español.

A finales del siglo XIX, la minería trae un importante cambio y una gran riqueza a la ciudad basada en los ricos cotos mineros de cinc, plomo y plata y en el desarrollo de un sector químico que ha llegado hasta nuestros días. Agotada ya la minería, el puerto y la construcción naval, junto con la huerta y todo el proceso de su producción y exportación, son los principales motores económicos de Cartagena. Todo ello sin olvidar la importancia creciente del sector turístico, que busca no solo las playas y el clima, sino también la riqueza del patrimonio histórico y artístico que desde los cartagineses, pasando por romanos y bizantinos, llega hasta nuestra época con una excelente representación de la arquitectura modernista y neoclásica.

Rodeando Cartagena se extiende una extensa llanura delimitada por las últimas estribaciones de las sierras béticas  y la cordillera litoral que finaliza en el Cabo de Palos. Es el campo de Cartagena, formado por los municipios de Cartagena,  La Unión, Fuente Álamo de Murcia, Los Alcázares, Torre Pacheco, San Javier, Mazarrón y San Pedro del Pinatar.

El espectacular litoral de Cartagena es uno de los menos urbanizados de toda la península por lo abrupto y recortado de sus costas, lo que también influye en que en las cercanías del entramado urbano tan sólo encontremos las playas de Cala Cortina y La Chimeca. En las cercanías de ambas existe una amplia oferta de casas en venta para vivir en Cartagena.

En entornos naturales protegidos encontramos hacia el oeste las playas de cabo Tiñoso y la Playa del Portús y la de Fatares. Por su parte, hacia el este las playas que se localizan en el parque regional de Calblanque y Cala Reona.

En ubicaciones más urbanas hacia el litoral de poniente se extienden los pueblos de La Azohía e Isla Plana; hacia el este, a orillas del mar Menor, Los Urrutias, Los Nietos, Islas Menores, Mar de Cristal, Playa Honda, Playa Paraíso, y parte de La Manga del Mar Menor, también bañada por el mar Mediterráneo, al igual que cabo de Palos.

Cartagena ofrece, cerca de entornos urbanos, siete playas con la distinción de bandera azul, y otras 12 playas certificadas con la «Q de calidad turística», siendo el municipio español con más playas poseedoras de este título. Rodeando todas estas playas se extienden urbanizaciones en las que Inmohogares cuenta con numerosas casas en venta para vivir en Cartagena.

Todo el litoral de Cartagena es muy conocido por sus excelentes condiciones y fondos para el buceo. Destacan la reserva marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas, o la zona de cabo Tiñoso, caracterizadas ambas por su gran diversidad biológica y el buen estado de conservación de sus fondos. Praderas de posidonia, colonias de corales y pecios de todo tipo forman los fondos marinos de la costa de Cartagena. Muchos buceadores buscan y encuentran cerca de ambos cabos casas en venta para vivir en Cartagena.

La gastronomía de la Región de Murcia ofrece una mesa con productos de la huerta y del mar, que en Cartagena se enriquece con salazones, pescados, paellas y calderos de mar. Las salinas mediterráneas son la base para unos excelentes salazones de atún, melva y caballa además de servir de cama para unas exquisitas doradas o lubinas.  El mújol, el rape, el mero, junto con  pescados de roca como la escórpora son la base de calderos con arroz y abundante caldo o ali oli. Gazpachos, hortalizas y legumbres, junto con excelentes embutidos e interesantes vinos con DO completan la carta. Y para postre el pan de higos y un “asiático” con café, coñac, leche condensada y canela.

La bondad de su clima, la riqueza artística de su patrimonio milenario y la limpieza y claridad del Mar Mediterráneo en sus costas convierten a esta región en una inmejorable opción para buscar una casa en venta para vivir en Cartagena y la inmobiliaria está a su disposición para ayudarle.

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