A poco menos de 15 kilómetros de la capital madrileña y situado en la confluencia de los ríos Henares y Jarama, de los que alternativamente toma el apellido, el Real Sitio de San Fernando es uno de los municipios madrileños con referencias históricas más antiguas de la comunidad.

Es el castillo de Aldovea, el edificio más antiguo situado en el término municipal de San Fernando. Debió ser levantado a finales del siglo XI a orillas del Jarama para defender el territorio de las correrías de los almorávides que invadieron y dominaron la región por esas lejanas fechas.

Pero existen vestigios de primeras poblaciones en el paleolítico y neolítico en las que clima y oportunidades en las riberas de los ríos debían ser más que aceptables. Restos de molinos, algún hacha de cuarcita y cerámica campaniforme es lo que ha llegado hasta nuestros días.

Es en todo caso con el advenimiento de los Borbones y el intento de industrialización del país que llevan adelante Felipe V, Fernando VI y Carlos III, con lo que el Real Sitio de San Fernando toma este nombre y goza de un importante desarrollo durante el siglo XVIII y principios del XIX.

Fue Felipe V el iniciador del despegue de San Fernando al disponer en 1746 la compra de un terreno para construir una fábrica de paños que su sucesor Fernando VI impulsa y encarga de su construcción al recientemente creado Real Cuerpo de Ingenieros Militares. El edificio de la Real Fábrica de Paños, ejemplo de instalación industrial de la época ilustrada, y que ha conocido muchas vicisitudes a lo largo de sus casi tres siglos de historia, está integrado en la Plaza de España, en su frente noroeste.

Con la edad moderna, el municipio continúa inmerso en una economía agraria que no va a cambiar hasta la década de 1960, en que su cercanía a Madrid impulsa la industrialización del territorio y casi desaparece la actividad agrícola. La emigración desde Andalucía, Castilla – La Mancha y Extremadura trae miles de personas y la necesidad de construcción de nuevas viviendas con  los necesarios pisos en venta para vivir en San Fernando de Henares e infraestructuras con nuevo alcantarillado y pavimentación.

Quedan sin embargo muchas necesidades pendientes, sobre todo en los aspectos social, sanitario, ambiental…que deberán esperar hasta comienzos de los años 80, con ayuntamientos democráticos y más concienciados, para acometerse. A la vez se tendrá que negociar, de forma compleja y prolongada, el PGOU de 1968 que aunque bien planteado, había dejado demasiadas cuestiones en el tintero.

Finalmente, en 1988 ve la luz un renovado PGOU que configurará el moderno San Fernando que hoy conocemos. Aunque, también fue el responsable final de los altos precios de la vivienda que se sufren en el municipio, al configurar una gran parte de los nuevos desarrollos con barriadas de viviendas unifamiliares. Esta acción dio lugar a una ciudad menos densa, con más cantidad de zonas verdes , pero también a una carencia de suelos para nuevas viviendas en horizontal y por tanto al encarecimiento de los precios. Situación que se mantiene hoy en día con unos precios superiores a los de la media de los municipios limítrofes. El mercado no es grande, pero es posible encontrar pisos en venta para vivir en San Fernando de Henares.

En el año 2002  el nuevo PGOU prevé la construcción de nuevas viviendas en parcelas dentro del caso urbano, así como el cambio de uso de suelo industrial a residencial, con lo que ven la luz casi 2.000 nuevas viviendas, entre ellas construcción horizontal de pisos en venta para vivir en San Fernando de Henares. Su gestión privada, asociada a la escalada de precios previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, agravará el problema del acceso a la vivienda de los jóvenes de San Fernando.

No es hasta finales del 2014 cuando la nueva situación económica permite reactivar el desarrollo de los polígonos industriales, tanto consolidando los ya existentes, como urbanizando nuevos suelos para acoger la demanda que impulsa la situación privilegiada de San Fernando en y que consolida ya la mayor oferta en suelo industrial del Corredor del Henares.

Por otro lado, San Fernando continúa consolidándose como ciudad dormitorio para Madrid, aunque aún conserva en las zonas centrales y su casco histórico algunas particularidades como pueblo. A lo que contribuye sin duda que con sus 40.000 habitantes no ha tenido el inmenso desarrollo demográfico de pueblos de su entorno, como Coslada y Torrejón.

Entre los años 2005 y 2011, se acometió la rehabilitación y revitalización del Casco Histórico, ejecutando el proyecto de reconstrucción y restauración parcial de la Plaza de España que data de mediados del siglo XVIII, actuando también en la recuperación del solar de la antigua Real Fábrica de Paños convirtiéndolo en una nueva plaza rodeada de viviendas de moderno diseño.

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En estos momentos San Fernando de Henares ha alcanzado la colmatación del suelo disponible para desarrollo residencial. Esto imposibilita el desarrollo de nuevas promociones residenciales, que lleva a un proceso de gentrificación en el municipio al tener que abandonarlo las nuevas familias por la escasez de vivienda y sus altos precios. Este problema afecta a la identidad cultural e histórica del municipio por la pérdida de arraigo de sus residentes, funcionando cada vez más como un barrio en donde se buscan pisos en venta para vivir en San Fernando de Henares

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