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El primer turista con nombre conocido que llegó a Palma de Mallorca fue Quinto Cecilio Metelo, apodado desde entonces “ el Balear”, que fundó la ciudad en el año 123 AC. Y lo hizo sobre un poblado talayótico que debió existir muy cercano a la orilla. La fundación romana se encuentra hoy en día enterrada bajo el actual barrio de La Seu, junto a la catedral. La delimitación más posible que tuvo sería la orilla del mar, el antiguo curso del torrente de la Riera(actuales Paseo del Borne y Avenida Antonio Maura), las calles Miramar y Morey y las plazas de Cort y de Santa Eulalia.

Con la conquista romana, el archipiélago pasó a ser la provincia Baleárica y sus famosos honderos se incorporaron  a los ejércitos republicanos. La muralla que se construyó no fue suficiente para defender la ciudad tras la caída del Imperio, que fue ocupada sucesivamente por vándalos y bizantinos hasta la llegada del Islam, en el 903m, pasando a depender del Califato de Córdoba. Jaime I incorpora las islas al reino de Aragón en el año 1229 iniciando también la construcción de la gran catedral de Palma, Santa María, que tardó varios siglos en terminarse y que cuenta con el mayor rosetón entre todas las iglesias góticas.

A partir de aquel momento la privilegiada situación de la isla la transformó en un emporio comercial del tráfico de mercancías en todo el mediterráneo occidental y uno de los principales puertos de comercio con el Gran Turco.

El ayuntamiento de Palma, nombre que ha vuelto a recuperar, tiene una superficie superior a las 20.000 hectáreas, limitando con el Mar Mediterráneo y con los municipios de Algaida, Bunyola, Calviá, Esporles, Marratxí. Llucmajor, Santa Eugenia, Santa María del Camino y Valldemossa. En toda esta amplia zona urbana existe una amplia oferta de pisos y casas en venta para vivir en Palma de Mallorca. Además cuenta con el pequeño archipiélago de Cabrera, Conejera, Rodona y otros islotes.

Con sus casi 450.000 habitantes de derecho, Palma es la octava ciudad de España y la primera de Baleares, aunque en época turística, que cada vez es más extensa, puede llegar a  duplicar esta cifra contando para ello con una amplia oferta de pisos y casas en venta para vivir en Palma de Mallorca y también viviendas de alquiler.

Olvidándonos de aquellos primeros turistas romanos que llegaron a la isla hace casi 22 siglos, el comienzo del turismo a las Baleares tiene lugar a mediados del Siglo XIX, por la confluencia de varios factores. Por un lado la conquista francesa del norte de Africa, que acabó con las incursiones de piratas en sus costas, un periodo de paz en Europa que siguió a las guerras napoleónicas y el incremento de la clase burguesa en el continente propiciado por la industrialización y el comercio.

Así, en 1838 se inauguró la primera línea regular de barcos de vapor entre Barcelona y Palma, la primera guía turística se publicó en 1845 y a ellas le siguieron algunas más que ayudaron a difundir las bondades del archipiélago atrayendo a viajeros de todas las nacionalidades, como Federico Chopin. Y aquello si que constituyó un verdadero “efecto llamada”. A partir de aquel momento comenzó el interés por los pisos y casas en venta para vivir en Palma de Mallorca.

Y mientras aquello sucedía la ciudad de Palma comenzó a crecer, desembarazándose recién iniciado el siglo, 1901, del cinturón amurallado que la constreñía y convertía su interior en una zona insalubre y excesivamente poblada. Liberada, la ciudad duplicó su población en apenas 30 años, pasado a las casi 120.000 personas en 1940.

La década de los 60 marca la aparición del turismo de masas y las grandes cifras de visitantes. Los 500.000 turistas que visitaron la isla en 1960 pasaron a 6.700.000 en el año 97 y a los casi 20 millones recién iniciado el siglo. La economía se disparó y Baleares ocupa desde entonces un lugar puntero en el PIB español.

Paralelo al turismo, el sector de la construcción es el segundo sector que más puestos de trabajo crea en Mallorca, aunque de las casi 5000 empresas registradas en el 2008  en todas las islas, quedan poco más de 3400 tras la crisis provocada por la burbuja inmobiliaria. Esta crisis se está viendo mitigada en la ciudad de Palma por la intensa rehabilitación de edificios que se está produciendo en su zona histórica.

Desde el año 2005 y con el ánimo de descentralizar la gestión de la ciudad, Palma se ha dividido en cinco grandes distritos, Distrito Norte, Distrito Centro, Distrito Levante, Distrito Poniente y Playa de Palma con un total de 89 barrios.

Y en el casco antiguo encontramos las típicas viviendas palmesanas, de las que aún sobreviven más de quinientas, en las que se percibe una clara influencia de la casa medieval catalana. Amplias viviendas con entrada cubierta entre el portal y el patio en cuyos laterales se encuentran puertas que conducen a despensas o establos. Disponen de un empedrado estrecho cubierto de arcos, columnas y capiteles finalizados en galerías con un pequeño jardín al fondo.  Los balcones de estas casas están protegidos por balaustradas y hierros forjados. ​

La agricultura, que fue el primer sector en importancia de Palma y Baleares hasta bien entrado el siglo XX ocupa ahora el tercer lugar en importancia y muchas de las fincas rústicas se están reconvirtiendo en edificaciones turísticas de alquiler vacacional. Las oportunidades para encontrar verdaderas maravillas entre estas fincas rurales no abundan ya, pero buscando bien aún pueden encontrarse.

El elemento geográfico más importante de la zona es la Bahía de Palma, verdadero eje vertebrador de la ciudad, centro de casi todas las actividades turísticas, inmobiliarias y deportivas, centro del deporte de vela español. También de sus zonas más selectas con los mayores precios por metro cuadrado en sus  pisos y casas en venta para vivir en Palma de Mallorca.

TALAIOT PROMOCIONES INMOBILIARIAS MALLORQUINAS S.L.

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