Que Montoro y su panda heredan siempre, es algo que ya sabemos. Pero muchas veces es posible conseguir arañarles un poquito del pastel. La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, nos ayuda en este propósito. Los consejos de OCU están dirigidos a todos los contribuyentes. Por un lado, a aquellos que viven en comunidades con altos impuestos de sucesiones, para que paguen menos, y por otro, a los que pagan poco, para que la cantidad que ahorran en ese impuesto, no tengan que pagarla en otros como el de la renta o la plusvalía municipal.

La estrategia de ahorro de OCU para los herederos se basa en tres pasos:

1. Afinar al valorar los bienes

A grandes rasgos, el Impuesto de Sucesiones es un porcentaje del valor de la herencia, que aumenta a medida que ésta es más valiosa. Por eso, según OCU, la valoración de los bienes heredados puede influir mucho en el resultado.

Algunos bienes tienen el valor que objetivamente tuvieran al fallecer la persona que los deja en herencia: acciones, saldo en cuenta… Sin embargo, los bienes inmuebles, que en muchos casos suponen el mayor valor de las herencias, no tienen un valor indiscutible, sino que pueden valorarse por más o menos, ya que, aunque la ley exige que se declare el valor “real”, esta no puede concretarse más, ya que el mercado es libre y cambiante.

Según OCU, acertar en la fijación de este valor es una de las claves para conseguir no pagar más impuestos de los necesarios.

2Dividir la sociedad de gananciales con astucia

Para OCU, ante una sociedad de gananciales, lo más importante es que el patrimonio se reparta en dos lotes de igual valor cada uno, adjudicando bienes determinados y no adjudicar todos los bienes por mitad, pues permitirá tomar decisiones que implican ahorro, como adjudicar la vivienda al viudo o a la herencia dependiendo de la CCAA de residencia del fallecido, adjudicar a uno u otro cónyuge bienes con ganancias o con pérdidas…

3Evitar la doble tributación

Por último, OCU recuerda que, si el testamento prevé dejar al viudo el usufructo o bienes en plena propiedad, esto supondrá que éste tenga que pagar el impuesto de sucesiones al recibirlos y, cuando fallezca y se transmitan a los hijos, ellos deberán hacer lo propio, con lo que se habrá tributado dos veces por lo mismo.

Para OCU, lo más recomendable, por ser lo más práctico y económico, es que, si es posible, el viudo renuncie de forma “pura y simple”, de manera que la propiedad pase directamente a los hijos, aunque disfrute de ella en la práctica.