Según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), durante el año 2016 hubo 63.037 desahucios en España, un 6,4% menos que en 2015. Esta es la cifra más baja en los últimos cuatro años. La mayoría de los desahucio, el 56%, se produjeron por impago del alquiler y el otro 44% correspondieron a los bancos, es decir, por impago de la hipoteca.

Para la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el panorama, a pesar de la lectura en positivo que dan los grandes medios de comunicación -por algo será- es desolador. Los 166 desahucios diarios, que se produjeron en 2016, conforman una terrible situación para decenas de miles de familias españolas. Y se suman a los producidos en los años anteriores para dar una cifra superior a los 500.000 desahucios desde el inicio de la crisis. Y es que detrás de cada una de esa ingente cantidad de «lanzamientos» hay una familia, unos niños, mayores o ancianos que son sometidos a un proceso tortuoso, sobre los que recae el estigma del empobrecimiento, personas que ven como sus sueños, sus proyectos de vida, se rompen en mil pedazos mientras la administración las abandona. Para la PAH, parar esta situación injusta, con una leyes injustas, hechas a beneficio de los bancos, es posible y la solución se basa en la organización y la solidaridad, el apoyo mutuo.

Por comunidades autónomas, la que lideró los desahucios fue Cataluña, con 14.069 y le siguen Andalucía, con 9.998 y la Comunidad Valenciana, con 9.635.