El Índice Registral de Actividad Inmobiliaria (IRAI), elaborado por el Colegio de Registradores, muestra durante el tercer trimestre una subida del 3,8% frente al mismo trimestre de 2021. De esta forma se observa una ralentización del crecimiento de trimestres anteriores, donde los incrementos superaron ampliamente los dos dígitos hasta el primer trimestre de este año. El indicador es el único que conjuga transacciones e hipotecas inmobiliarias inscritas en los registros de la propiedad con la actividad mercantil del sector de la construcción e inmobiliario, dando por tanto una estimación completa de la actividad del sector.

El valor del índice descendió levemente hasta 124,0 frente a los 124,9 que alcanzó el trimestre anterior. Por contra, el índice suavizado, libre de factores estacionales, se situó en 117,9 frente a los 116,9 alcanzados en el trimestre anterior. Se interrumpe ligeramente la recuperación de la actividad, que venía creciendo desde el 2º trimestre de 2020, cuando marcó 96,4, a excepción de un ligero descenso en el 4ª trimestre de 2021. Esta evolución trimestral ligeramente negativa del IRAI se ha debido principalmente al área mercantil, con un decrecimiento del 2,4%, aunque el área de propiedad también decrece, aunque mínimamente, el 0,14%.

La evolución anual del IRAI durante el tercer trimestre obtiene una subida del 3,8% frente al mismo trimestre de 2021, ralentizando el crecimiento de trimestres anteriores, donde los incrementos superaron ampliamente los dos dígitos hasta el primer trimestre de este año. Como se aprecia en el siguiente gráfico, son ya seis trimestres de claro crecimiento que compensan claramente los descensos de 2020, aunque debe ser matizado por la comparación con los peores momentos de la pandemia en 2020. Por lo tanto, se observan todavía signos positivos de la actividad inmobiliaria global, aunque con un crecimiento mucho más moderado.

Con relación a los componentes de la evolución del IRAI mostrada en los datos anuales al término del tercer trimestre, el crecimiento se produjo fundamentalmente por el incremento en el área de propiedad (5,4%), nuevamente debido al aumento del número de compraventas (8,9%) y del incremento del número de hipotecas (4,5%), acompañados del precio de las compraventas y el de las hipotecas, ambos con un incremento del 3,7%.