Con los datos avanzado por el Instituto Nacional de Estadística para el IPC de febrero, ya podemos asegurar que con un incremento del 7,4% en tasa interanual, es la mayor subida desde julio de 1989. Y hay que descontar ningún efecto Ucrania, la subida se basa en la incorporación a los precios de los datos del pasado año y del constante incremento de las energías. El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,6% en febrero frente al mes anterior, encadenando su decimocuarta tasa positiva consecutiva.

Según el INE, el aumento del IPC interanual de febrero hasta el 7,4% se debe a las subidas «generalizadas» en la mayoría de sus componentes, entre las que destacan las de los alimentos y bebidas no alcohólicas y los carburantes, así como el comportamiento de los precios de la electricidad, que en febrero bajaron menos de lo que lo hicieron en el mismo mes de 2021.

Definitiva en esta situación ha sido el IPC registrado en febrero, que alcanza un incremento del 0,6% respecto a enero, en contraste con el descenso del 0,4% experimentado el mes anterior. En el segundo mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 7,5%, más de un punto por encima de la de enero.

El centro estadístico incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en febrero seis décimas, hasta el 3%. De esta forma se sitúa más de cuatro puntos por debajo de la tasa del IPC general.

Por su parte, el indicador adelantado del IPCA llega hasta un 0,7% en tasa mensual. Hasta mediados de marzo el INE no publicará los datos definitivos del IPC. Es el segundo mes en el que Estadística publica los datos de IPC con la nueva base 2021, en la que se incorporan novedades metodológicas que mejoran la precisión del indicador, así como cambios en la composición de la cesta de la compra y una nueva estructura de ponderaciones.

La crisis de Ucrania, que encarecerá productos agrícolas y energéticos promete llevar la inflación de marzo a cifras cercanas al 9%, consiguiendo que la Comisión Europea ya hable de controlar los precios energéticos tal y como pidió el Gobierno Español hace ya tres meses, aunque desde Europa se le dio una negativa muy clara. Ahora podría ser ya demasiado tarde.