Es uno de los ejemplos que aparecen en todas las informaciones sobre el alquiler y las viviendas sociales. Con porcentajes de vivienda social por encima del 30%, frente al 1,6% de España, Holanda es considerada por algunos expertos un ejemplo de éxito a la hora de abordar el problema del acceso a la vivienda y el incremento de la ocupación. Pero, a pesar de ellos, también los holandeses se enfrentan a problemas con el alquiler y la situación inmobiliaria de Europa les está dejando en horas bajas.
Por ello, el Gobierno de Países Bajos impondrá límites a los alquileres de más de 300.000 viviendas a partir de 2024. El objetivo de la medida es proporcionar viviendas asequibles ante la escasez de las mismas, un problema que arrastra el país desde hace tiempo.
El mercado inmobiliario neerlandés sufre fuertes tensiones debido al aumento de la actividad de los inversores y a la escasa oferta, con una obra nueva prácticamente inexistente. Por ello, el Ejecutivo holandés espera que las empresas e inversores institucionales construyan 100.000 viviendas nuevas desde este año hasta 2030 para aliviar al sector.
«Con una mayor regulación, los inquilinos ganarán en protección y los propietarios estarán más dispuestos a invertir en el sector», ha afirmado el ministro de Vivienda neerlandés.