El precio de la vivienda en los países de la Unión Europea ha subido un 48,1% de media desde 2010, según la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, añadiendo que en el segundo trimestre de 2022 el aumento fue del 9,9% respecto al mismo período de 2021. Los alquileres, por su parte, han avanzado un 18% desde 2010 y crecieron un 1,7% en el segundo trimestre de este año.

Los precios de compra y alquiler de viviendas siguieron una tendencia similar entre 2010 y el primer trimestre de 2011, y en ese punto empezaron a separarse, encareciéndose mucho más rápido la compra que el alquiler.

En detalle por países, el precio de la vivienda entre 2010 y el segundo trimestre de 2022 fue más del doble en Estonia (196,3%), Hungría (167,9%), Luxemburgo (134,8%), Letonia (131,2%), Lituania (130,3 %), República checa (129,6%) y Austria (120,9%), casi dobló en Alemania y Suecia y superó el 50% de incremento en Eslovaquia, Portugal, Países Bajos, Malta, Bulgaria, Dinamarca o Polonia.

En el mismo período, el incremento total se mantuvo por debajo del 10% en España mientras que cayeron los precios en Grecia (-22,5%), Italia (-8,5%) y Chipre (-5,8%).

Entre el segundo trimestre de 2022 y el mismo período de 2021, según los últimos datos disponibles, las mayores subidas se registraron en Hungría (22,8%), Países Bajos (18,2%), Eslovaquia (16,6%), Letonia (16,5%), Eslovenia (15,6%), Bulgaria (14,6%), Irlanda (14,4%) Portugal (13,2%) y Austria (12,4%), mientras que la progresión en España fue del 8,1%.

El estallido de la burbuja inmobiliaria hizo caer los precios en España, mucho más que en otros países. Esta diferencia en la bajada provoca que, en este tiempo, y a pesar de llevar años encareciéndose, la vivienda no ha llegado a máximos de 2007. Básicamente porque, desde el estallido, el mercado parte del subsuelo de precios. La vivienda todavía está un 34% por debajo del precio máximo alcanzado en 2007.