El RD 900/2015, además de instaurar el que se ha denominado impuesto al sol y limitar radicalmente la implantación del autoconsumo de energía eléctrica, vulnera la Constitución Española. Así lo entiende un amplio sector de las energías renovables que van a actuar en consecuencia. Por ello el jueves 10 de diciembre, a las 11:30 horas, las asociaciones ANPIER, APPA y UNEF, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Solartys y otras organizaciones interpondrán, ante la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo, diversos recursos contencioso administrativos contra el Real Decreto 900/2015. Con este decreto el Partido Popular regula las condiciones administrativas, técnicas y económicas de las modalidades de suministro de energía eléctrica con autoconsumo y producción por autoconsumo.

Este amplia representación de las energías renovables, firmante de los recursos, entiende que el RD 900/2015, además de instaurar el que se ha denominado impuesto al sol y limitar radicalmente la implantación del autoconsumo de energía eléctrica, vulnera la Constitución Española, puesto que la aplicación de peajes al autoconsumo supone una arbitrariedad con respecto a otras tecnologías que también autoconsumen; pero a las que no se les aplica carga alguna. Los medios de comunicación más prestigiosos del mundo se hicieron eco y chanza de este impuesto del PP a la utilización de fuentes renovables, justo al revés de lo que están haciendo los países occidentales para frenar las consecuencias del cambio climático.

El Decreto aprobado discrimina a las tecnologías renovables en beneficio de las tecnologías fósiles, vulnera el principio constitucional de la libertad de empresa e incurre en el incumplimiento de la Directiva 2009/28/CE de fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.

Por otra parte, los firmantes entienden que existe una clara vulneración de la Directiva 2009/72/CE del mercado interior de la electricidad, puesto que la norma impone unos peajes discriminatorios, así como medidas antieconómicas y desproporcionadas para los consumidores.

Esta norma, sin parangón en ningún otro país de la Unión Europea, aleja a España de un nuevo modelo de generación limpia y social, y de la consecución del objetivo europeo de lograr cubrir, al menos, el 20% del consumo final de energía con fuentes renovables para el año 2020. El ridículo se completa al contemplar como Alemania, país con muchas menos horas de sol que España, se alza con el liderazgo de la energía solar en Europa. Al fondo del problema las conexiones del Partido Popular con el sector energético no renovable.