El índice Euríbor, que rige los intereses de la inmensa mayoría de las hipotecas en España, cae por cuarta vez consecutiva y los prescriptores financieros no saben muy bien qué decir, sobre todo por la envergadura del descenso. El Euríbor a doce meses ha cerrado el mes de junio en -0,189  más de cinco puntos básicos menos con respecto a mayo (-0,134) y a solo un paso de batir su récord negativo, registrado en febrero y marzo del año pasado, cuando se situó en -0,191.

De esta forma, los hipotecados que tengan una hipoteca variable y a los que toque revisión este mes, van a notar un leve abaratamiento de su cuota,  ya que en su diferencial se les aplicará un euríbor que es 0,8 puntos básicos más bajo que el de hace un año, cuando estaba en -0,181. Pero es importante señalar que es la primera vez que las cuotas vuelven a disminuir desde agosto del año pasado.

Y lo que parece que no volveríamos a ver, ha sucedido en junio, con un ritmo de caída del índice superior al del mes precedente. En la caída han tenido mucho que  ver las declaraciones de los presidentes del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal  que daban por seguro  nuevas medidas expansivas de los bancos centrales  para reactivar de nuevo la economía. Estas medidas podrían centrarse en bajadas de tipos de interés adicionales o, en la reactivación de  la compra de activos  por parte del BCE.

Las entidades financieras tienen claro que en los próximos años los tipos van a seguir muy bajos, lo que les va a obligar a tomar otras medidas para mantener sus ingresos, muy afectados por esta largo periodo de intereses bajos o negativos. Por ello, y ante la dificultad de establecer nuevas comisiones para los usuarios, ya se está hablando de cobrar intereses por los depósitos de dinero. De momento, los beneficiados son los hipotecados a tipo de interés variable.

También en lontananza está la puesta en marcha de la nueva metodología para calcular el euríbor, pendiente desde 2013. Tras los escándalos por la manipulación del euríbor realizada por los grandes bancos, se acordó  un reglamento europeo que impone que, a partir del 1 de enero de 2020, los intereses de los préstamos se basen en un índice fiable y cuya formación sea de una transparencia intachable. Todos los indicadores coinciden en que el nuevo euríbor será más bajo.