Fue una de las argucias bancarias que nos llevaron al desastre inmobiliario y financiero, dar créditos hipotecarios por encima del valor real, pensando en que el mercado subiría y eliminaría el riesgo asumido; pero aquello no sucedió y la argucia junto con otros condicionantes acabaron con una crisis inmobiliaria que algunos todavía sufren. Pero los bancos, pasado el rescate que en España les salió gratis, vuelven a las andadas y enmascaran los riesgos financieros con sobrevaloraciones.
Los bancos sobrevaloran el valor de los activos comerciales
Lo asegura el Banco Central Europeo que sospecha que algunos de los principales bancos de la zona euro podrían estar inflando el valor real de los inmuebles comerciales, para disimular el deterioro contable de los préstamos a un sector sumido desde hace unos años en una fuerte recesión por el valor a la baja de sus activos inmobiliarios.
Todos sabemos que los precios y la rentabilidad de los inmuebles comerciales han caído bruscamente, debido al incremento de las cuotas hipotecarias y a la brutal caída de la demanda en los comercios tradicionales frente al aumento de las compras por internet. El BCE estima que los precios de estos inmuebles pueden haber bajado cerca de una décima sólo el año pasado.
Ingeniería contable imaginativa y otras argucias
Para lograr su propósito de no reflejar la realidad en sus estados contables, algunos bancos están utilizando definiciones inapropiadas del valor de mercado y otros no están afrontando la realidad de que el mercado se encuentra en una fuerte recesión, lo que sugiere que algunas de las garantías que respaldan los préstamos pueden valer menos de lo que los bancos contabilizan. En este sentido, los inspectores del BCE aseguran que algunas entidades financieras basaban las valoraciones en datos de operaciones de 2021 o anteriores, alegando que había muy pocas operaciones en el pasado más reciente para ajustar las valoraciones.
Otras entidades financieras realizan una ingeniería contable muy imaginativa fijando valores de mercado futuro para cuando vayan a llevar a cabo las ventas, aunque ello se pueda producir en un futuro muy lejano.
Contabilizar valores medios entre diferentes expectativas optimistas o realistas, también es una medida que se está llevando al terreno contable, aunque el BCE argumenta que las valoraciones deben basarse en la realidad económica en la fecha de balance y no cuando el entorno de mercado pueda ser más favorable.
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