El sector inmobiliario español está volviendo a interesar a los inversores desde hace unos meses, pero la queja de la falta de crédito es general. En este sentido no se espera que el crédito se estabilice en el sector antes de 2015. Una gran parte de los inversores estima que las medidas adoptadas en el sector financiero por el Gobierno, como han sido la creación de la Sareb (‘banco malo’) o la recapitalización del sector bancario, no han tenido impacto en el flujo del crédito.

La falta de financiación sigue siendo el factor más limitante para los inversores, tanto españoles como extranjeros, seguido de las expectativas de bajadas de precios en el sector, pero se ven cambios próximos ya que que la distancia entre compradores y vendedores se está estrechando.

En este sentido es de señalar que, por primera vez desde que comenzara la crisis, podría crecer el nivel de inversiones en el conjunto del año, a la vista de las transacciones cerradas en el sector inmobiliario durante la primera mitad de 2013, pero esta actividad, un tanto dispersa, debiera regularizarse. Hay todavía demasiados inversores asomados al balcón y esperando a ver qué pasa, sin planes de inversión activa y con la intención de optimizar su patrimonio en cuanto la mejoría se afiance.

El volumen de inversiones en el sector durante el primer semestre de 2013 alcanzó los 870 millones de euros, un 51% más que en el mismo periodo de 2012. e este volumen de inversión, el 73% procedió de inversores extranjeros, que perciben una mejora de la economía española, menores riesgos y el ajuste llevada a cabo vía precios. Todo indica que los fondos oportunistas, seguidos de los family offices serán los más activos en el mercado en los próximos meses.