El Ayuntamiento de Madrid ha dado un paso firme —aunque no exento de polémica— en su intento por ordenar el uso de las viviendas turísticas (VUT) en la ciudad. Con la aprobación provisional del Plan RESIDE en un pleno extraordinario celebrado el 15 de mayo de 2025, el gobierno municipal encabezado por José Luis Martínez-Almeida busca poner freno a una actividad desbocada que ha provocado la expulsión de vecinos del centro, el aumento del precio de la vivienda y la desaparición del comercio de barrio.

El Plan RESIDE pretende reordenar la oferta de pisos turísticos con medidas que impidan su implantación descontrolada, especialmente en el centro histórico. Pero, aunque las intenciones parecen claras sobre el papel, la realidad sigue dejando muchas preguntas sin respuesta, como qué ocurrirá con los más de 15.000 pisos ilegales que hoy operan sin control en la capital 🏚️.

🏡 Proteger la calidad de vida del residente en la ciudad contemplando el desarrollo económico

Según ha explicado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, el Plan RESIDE tiene como objetivo encontrar un equilibrio entre la actividad turística y la vida residencial en Madrid. Es decir, “ni prohibir el turismo ni permitir que expulse a los vecinos”. Así, las tres grandes patas sobre las que se sustenta el plan son:

  1. Reforzar el uso residencial de la vivienda.

  2. Mejorar la convivencia entre residentes y turistas.

  3. Ordenar la oferta turística en la ciudad.

Para ello, el Ayuntamiento quiere que los pisos turísticos no se mezclen con viviendas habituales, buscando evitar conflictos de convivencia. Y lo hace delimitando claramente zonas y condiciones para el funcionamiento de estos alojamientos.

🛑 ¿Pero realmente se protege al residente? Aunque el discurso institucional apunta a que sí, la falta de actuaciones concretas contra los pisos ilegales —más del 92% del total— cuestiona la eficacia real del plan.

🚫 En el interior de la M-30 no coexistirán pisos turísticos en edificios residenciales

Una de las medidas estrella del Plan RESIDE es la prohibición de pisos turísticos en edificios residenciales dentro del centro histórico de Madrid, delimitado por la M-30 (el llamado ámbito AP-01). Esto significa que ya no podrán operar pisos turísticos en comunidades de vecinos, ni siquiera si tienen entrada independiente.

Solo se permitirá la implantación de VUT en:

  • 🏢 Edificios completos de uso exclusivo turístico.

  • 🛠️ Edificios catalogados, en calles no comerciales, rehabilitados para este fin y por un máximo de 15 años.

Transcurrido ese tiempo, los inmuebles deberán volver a tener uso residencial. Actualmente, se estima que hay unos 210 edificios catalogados que podrían acogerse a este régimen.

👉 De este modo, se busca una descentralización de la oferta turística, canalizándola hacia zonas terciarizadas y fuera del núcleo más tensionado de la ciudad.

🧱 El Plan RESIDE prohíbe la transformación de locales comerciales en pisos turísticos

Una de las consecuencias más visibles del auge del alquiler turístico en Madrid ha sido la desaparición del comercio de barrio. Entre 2015 y 2024, más de 3.300 locales se transformaron en viviendas o pisos turísticos, desplazando a peluquerías, ferreterías, fruterías y librerías, que daban vida al vecindario 🍏📚.

El Plan RESIDE pone coto a esta tendencia:

  • Prohíbe convertir locales comerciales en pisos turísticos en el centro histórico.

  • 🚫 También veta la transformación en las principales vías terciarias de barrios fuera de la almendra central, como Bravo Murillo, López de Hoyos, Alcalá o Marcelo Usera.

💡 Esta medida busca preservar el comercio de proximidad y evitar la desertificación comercial, uno de los síntomas más claros de la turistificación descontrolada.

📋 Otras medidas del Plan RESIDE

Además de las anteriores, el plan contempla otras modificaciones normativas y urbanísticas que afectan tanto al mercado turístico como al residencial:

🏗️ Conversión de edificios terciarios en viviendas

Se permitirán cambios de uso en edificios de oficinas o dotacionales privados obsoletos, siempre que sean catalogados, para destinarlos a:

  • Viviendas de alquiler asequible.

  • Modalidades de coliving.

Se exige un plan especial de protección, que garantice su restauración y rehabilitación 🧱.

🚪 Accesos independientes fuera del centro

En los barrios fuera del AP-01, los pisos turísticos aún podrán implantarse en edificios residenciales, pero solo si cuentan con acceso independiente y están en planta baja o primera.

Esto supone un endurecimiento con respecto a la normativa anterior, que permitía VUT en cualquier planta si había acceso independiente.

⛔ Licencias congeladas y más sanciones

Desde abril de 2024, las autoridades han endurecido los controles sobre las VUT ilegales, con multas que pueden llegar hasta los 190.000 euros. Sin embargo:

  • En octubre de 2024, se contabilizaban 17.360 pisos turísticos en Madrid.

  • Solo 1.200 tenían licencia, es decir, un 7,45% del total.

🧐 ¿Qué se está haciendo para clausurar los más de 15.000 pisos ilegales? Por ahora, poco o nada, más allá de promesas y sanciones puntuales.

Un plan ambicioso… pero insuficiente

Aunque el Plan RESIDE tiene medidas que parecen ir en la dirección correcta, su capacidad real para cambiar el panorama del alquiler turístico en Madrid es limitada si no se acompaña de una actuación firme contra la ilegalidad.

Porque por muy restrictivo que sea el nuevo marco, si más del 90% de los pisos turísticos siguen operando al margen de la ley, el problema estructural persistirá:

  • 📉 Expulsión de residentes.

  • 💸 Aumento del precio del alquiler.

  • 🛑 Desaparición del comercio local.

  • 💥 Conflictos de convivencia.

🧭 ¿Y ahora qué?

El Plan RESIDE, aprobado solo con los votos del Partido Popular y con la oposición en contra o absteniéndose, ha sido remitido a la Comunidad de Madrid para su revisión y aprobación definitiva. Si no hay cambios de última hora, entrará en vigor en agosto de 2025.

🔍 Mientras tanto…

  • La actividad turística no se detiene.

  • Los pisos ilegales siguen activos.

  • Los vecinos siguen marchándose del centro.

Madrid camina hacia un modelo de ciudad más controlado —al menos en el plano normativo—, pero hasta que no se aborde el núcleo del problema: la ilegalidad sistemática, el Plan RESIDE corre el riesgo de ser papel mojado 🧾.

Un intento que pasa de puntillas por los pisos turísticos ilegales

El Plan RESIDE de Almeida supone un intento serio de ordenación del uso turístico en Madrid, con restricciones claras para frenar la turistificación del centro y medidas orientadas a recuperar el uso residencial y proteger el comercio de barrio.

Pero sin voluntad política real para cerrar los pisos ilegales y reforzar los controles, todo lo demás se quedará en una declaración de intenciones. Porque los números son tozudos: más de 15.000 pisos turísticos ilegales siguen abiertos en Madrid, con total impunidad.

El futuro del modelo turístico-residencial de Madrid se juega, no solo en el BOE ni en los plenos municipales, sino en la calle, en los edificios, en las comunidades de vecinos.

Y, por ahora, los vecinos siguen perdiendo la partida 🎭.

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