El instituto de investigación y de análisis económico BBVA Research ha publicado los datos inmobiliarios correspondientes a agosto de 2024, avanzando un incremento de precios en la vivienda a final de año del 5%. El crecimiento de la economía europea continuará liderada por el consumo y se verá favorecida por los menores tipos de interés lo que también intensificará el interés de los ciudadanos europeos por nuestro mercado inmobiliario.
En España, la previsión de crecimiento del PIB en 2024 ha pasado al 2,5%.
La venta de vivienda continúa mostrando la tendencia creciente iniciada a mediados de 2023 y en los primeros cinco meses de 2024 creció el 6,1%, favorecida por la buena evolución del mercado laboral, los flujos migratorios positivos y el comienzo del descenso de tipos. Igualmente, los visados de obra nueva comenzaron el año al alza (14,8% a/a entre ene-may24), aunque el nivel es relativamente reducido. El desajuste entre oferta y demanda sigue alentando el crecimiento de los precios y, tras un avance del 3,9% en 2023, experimentaron un incremento del 4,3% en el primer trimestre del 2024.
Se espera que la caída de tipos de interés, la progresiva recuperación en la eurozona y unas previsiones demográficas más positivas den lugar a una demanda residencial más elevada. La venta de viviendas podría crecer el 5,0% en 2024 y elevarse hasta las casi 700.000 unidades en 2025. Se prevé que el nivel de actividad comience a reaccionar con algo más de intensidad a partir de 2024, cuando la firma de visados alcanzaría las 120.000 unidades, y prosiga en 2025 con un avance de la iniciación de vivienda nueva en torno al 15%. Sin embargo, esta mayor actividad constructora no será suficiente para contrarrestar la presión de demanda, lo que llevará a los precios a crecer con más intensidad, en torno al 5% en promedio anual en ambos ejercicio.
La demanda embalsada es alta y deberá irse resolviendo en los próximos años
Según la última Encuesta Continua de Hogares, de 2020, el 55% de los jóvenes entre 25 y 29 años vivía con sus padres, 6,5 puntos más que en 2013. Además, el 25,6% de las personas de 30 a 34 años vivía en el hogar de sus progenitores, 5,1 pp más que en 2013. Tras la pandemia, la edad de emancipación ha aumentado en España y se mantiene muy por encima de la media europea. Con esto se infiere que la demanda embalsada de vivienda por parte de los jóvenes puede ser relativamente elevada.
Otro factor que incide en la demanda embalsada es el elevado tamaño medio del hogar respecto a la media europea. España es de los países con un mayor tamaño medio del hogar, habiéndose mantenido relativamente estable en torno a 2,5 personas por hogar. Se trata de un tamaño superior a la media europea, que se encuentra en 2,2 personas por hogar, y al de los países vecinos. Probablemente el tamaño del hogar en España vaya convergiendo a la media europea, con el descenso de la natalidad y una mayor proporción de hogares unipersonales, que implicarán una mayor demanda residencial.
Los flujos migratorios intensificará la demanda residencial
Una de las consecuencias de los flujos migratorios positivos con el exterior es el crecimiento demográfico. Se espera que en 2030 España cuente casi con algo más de 52 millones de personas, lo que equivale a un crecimiento promedio anual del 1,0%. Es decir, unos 3,5 millones de personas más y 2,1 millones de hogares. Este incremento demográfico, teniendo en cuenta el tamaño medio del hogar supondría la necesidad de entre 1,4 y 2,1 millones de viviendas.
La venta de viviendas se revisa al alza
Varios factores justifican el crecimiento de la venta de viviendas en los próximos trimestres: el mayor crecimiento económico, la fortaleza del mercado laboral, la recuperación de las economías extranjeras, la revisión al alza de las proyecciones demográficas y el paulatino descenso de los tipos de interés. Se espera que en 2024 la venta de viviendas crezca en torno al 5,0%, lo que se traduce en un volumen de ventas de 675.000 unidades. En 2025 el crecimiento se situará en torno al 3,0%, hasta casi las 700.000 viviendas.
La bajada de tipos y la renta de los hogares reducirán el esfuerzo de acceso a la vivienda
Se espera que en 2024 el esfuerzo de acceso a la vivienda se reduzca casi dos puntos respecto a 2023, para situarse en torno al 29 % de la renta salarial del hogar. La bajada de tipos de interés y la mejora de la renta de los hogares vía aumento de salarios y mejora del mercado laboral más que compensará la subida del precio de la vivienda.
En 2025 esfuerzo se situará algo por debajo del 29% gracias a que la subida del precio se compensará con nuevos descensos de los tipos y con nuevas mejoras en la renta y con nuevas mejoras en la renta salarial, aunque menos intensas.
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